viernes, 16 de abril de 2021

La alquimia secreta de las almas | Charla con Maeva Nieto y aesthetics

Foto de la autora en la que sale sonriendo mientras mira a cámara y al fondo se ve un parque.
Maeva Nieto Piñero (Leganés, 1993) es geóloga en un laboratorio de síntesis de materiales y escritora de fantasía y juvenil. Aunque lleva muchos años escribiendo, no fue hasta 2018 cuando se propuso darse a conocer. Su primer paso con este fue leer como autora invitada en el certamen No somos musas, organizado por Mundos Flotantes. En 2019 publicó su primera novela, El buscador de estrellas (Hela Ediciones), y a finales de 2020 De tinta y esperanza editada bajo el sello de Selecta, de Penguin Random House y La alquimia secreta de las almas con Literup.

Además, tiene tres relatos que fueron seleccionados para formar parte de las antologías Del paraíso al purgatorio con parada en las estrellas (proyecto del Máster de Edición de la Universidad de Málaga, 2018) y Una última luna (Hela Ediciones, 2019).

Me gustaría preguntarte, Maeva, algo que siempre me gusta preguntar a los escritores. ¿De dónde sale la idea para esta novela?
Pues la verdad es que no recuerdo exactamente cómo. Sé que Your Name tuvo algo que ver. Tenía muchas ganas de escribir una historia que ensalzase la empatía. Literalmente el «ponerte en la piel del otro» y siempre me han divertido mucho las historias de cambios de cuerpo. Pero se me ocurrió ir un poco más allá y que ambos estuviesen en el mismo cuerpo.

La verdad es que la idea de que las almas sean cintas e hilos y se enreden en los cuerpos y en otras almas me ha parecido muy original. ¿A qué personaje dirías que le tienes más cariño?
Eso vino de una frase que quería poner de cualquier forma. Una que dice Atalanta de que el alma está en la piel.
Tendré que mojarme, aunque no es ningún secreto que tengo debilidad por Sebastián.

¿Y por qué decidiste situarlo en Salamanca?
Escogí Salamanca en parte porque mi familia paterna es de ahí y es una ciudad que me encanta. También hubo un día que por Twitter hice una pregunta de a ver qué ciudades podrían tener magos y cuando una amiga me dijo que Salamanca se me encendió la bombilla. Pero al principio iba a estar ambientada en Viena.

Y, si no es mucho preguntar, ¿cuánto tiempo tardaste en escribirlo?
Pues lo escribí en dos tandas, empecé en julio/agosto (en el laboratorio donde trabajo) de 2019, luego tuve que parar un poco por las correcciones de El buscador de estrellas, y lo acabé en el Nanowrimo. O sea como unos tres meses en total.

Aesthetic. 4 fotos. Las 2 de arriba son una mano tocando el piano y la catedral. Abajo hay una bobina de hilo con unas tijeras y matraces y frascos de laboratorio.
Hecho por Lucía Jiménez Arranz
¡El libro se acaba demasiado rápido! ¿Habrá secuela, precuela o algo más basado en el mismo mundo?
Pues me tienta mucho hacer alguna precuela de Atalanta y Ximena como aprendices. E Iván y Sebastián hacen una aparición estelar en otro de los proyectos que tengo en proceso.

¿Eres brújula, mapa o un mix a la hora de escribir? ¿Qué método sueles utilizar?
Soy una mezcla la verdad, necesito un mapa inicial y saber a dónde voy porque si no no logro avanzar. Pero dentro de ese mapa dejo mucha libertad de improvisación. El método es un poco caótico. Sobre todo ahora que después del trabajo me siento agotada. Normalmente apunto una lluvia de ideas con todo lo que se me ocurre, aunque sea una chorrada de que a X personaje le gusta comer no se qué. Luego organizo todo y empiezo a documentarme para poder ir hilando las ideas o desecharlas.

¿Cómo te sentiste cuando te dijeron que lo iban a publicar?
Justo el día antes había habido movidas en Litetwitter por los rechazos editoriales, yo puse un tweet que decía algo así como «yo solo quiero que me den mi rechazo ya» y fue la editora de Literup y le dio a me gusta. Y yo en plan: «¿A QUÉ ESTÁS JUGANDO MERITXELL?»

En relación a la enfermedad que sufre Sebastián, ¿cómo fue el proceso para aprender sobre su enfermedad y trasladar eso al libro? ¿Y cómo hiciste para trasladar el tema visual de Iván?
Pues fue... ¡intenso! Me pasé bastantes días leyendo (en el trabajo) sobre cardiopatías y diferentes tipos. Estoy segura que los de informática que pueden ver nuestros buscadores desde su servidor estaban flipando. Y digo que fue intenso porque mientras leía yo sentía que me faltaba el aire. 
Pues al igual que con la cardiopatía, leyendo mucho sobre el tema. Al principio lo que tenía claro era que no quería que fuera completamente ciego, si no que tuviese baja visibilidad, porque me parece que siempre se representan las discapacidades muy «extremas». En plan, gente que no puede caminar para nada, o completamente ciegos, pero no se representan otras realidades intermedias. Y luego pasa lo que pasa, que como puedes ver un poco la gente no considera que tengas «una discapacidad real». Y además para ambas cosas tuve ayuda. Una de las betas que tiene Literup es médico para ayudarnos a tratar la parte más técnica de las enfermedades.

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