Autora: Beatriz Esteban.
Editorial: La Galera.
Género: Realismo mágico, histórica, young adult.
Francia, 1955. Arielle Larue nació en medio de la guerra y arrastra el caos allá donde va. Su abuela intenta convertirla en la esposa perfecta, pero nada de lo que le enseña puede frenar el secreto que lleva dentro. Un secreto que acaba causando la peor de las destrucciones.
Entonces Arielle es internada en Sainte Greviève, para su protección y la de los que la rodean. Lo último que ella espera encontrar allí es una nueva familia; que empieza con Jem y sus palabras, con Nathan y sus chistes, con Claire y su miedo. Y que acaba con ella.
Una familia que luchará por mantener cueste lo que cueste. Porque vale la pena luchar por aquello que te hace soñar con lo que siempre has temido vivir.
Aunque llueva fuego, de Beatriz Esteban, ha sido la segunda lectura conjunta que hemos realizado en el club. Para algunas de las chicas era la primera vez que se enfrentaban a esta historia, otras nos han acompañado en una relectura por el simple placer de volver a encontrarse con el libro. Esta obra es una novela de desarrollo de personajes que no posee demasiada acción y avanza despacio. Eso sí, las chicas del club hemos estado de acuerdo en que es importante leerla en el momento adecuado, ya que debe afrontarse con mucha calma por la temática tan dura que trata y la forma tan fácil en la que te encoge el corazón.
Beatriz narra con una sensibilidad y delicadeza capaz de dejarte sin aliento. A lo largo del libro hay varias frases que, sin duda, encierran mucha verdad y dan ganas de enmarcarlas. Nos quedamos con algunas de ellas que, aunque intensas, se han llevado un trocito de todas nosotras. Además, la forma en que integra el realismo mágico y cómo relaciona la telequinesia con el arte también es preciosa.
Foto de Ángela Cacéres Sevilla |
Algunos de los giros de la historia han sido tan bruscos e inesperados que no hemos sabido bien cómo tomarlos, nos han dejado con la boca abierta y también nos han hecho reflexionar sobre la manera en la que se ha llegado hasta ese punto. Además, creemos que la estructura del libro hace que se pierda un poco el efecto sanador del final y que termina siendo un poco apresurado. Tal vez se deba a los saltos temporales constantes, aunque es difícil saber si con un orden lineal la sensación final sería distinta.
Foto de Daphne |
Reseñas individuales de las participantes: Lucía Jiménez Arranz, Ángela Cacéres Sevilla
Nuestras frases favoritas, elegidas por Lucía Jiménez Arranz, han sido:
«—Eres lluvia, Arielle. La clase de lluvia que riega los campos y acompaña las tormentas. Pero no, petite, no hay ningún demonio dentro de ti.»
«—Tienes que recordar que, pase lo que pase, vendrán tiempos mejores, y aferrarte a la idea de que lo mejor que te ha pasado todavía no lo has vivido.»
«—Recuerda a todas las personas que aún no conoces, todos los lugares que aún no has visto, las risas que no has oído, los besos que no has dado, las baladas que aún te quedan por escuchar. Eres la esperanza de alguien, Arielle.»
«Ahora sé que aquella frase que una vez me dijeron no le faltaba razón: Nunca terminas de conocer a alguien. Tampoco terminas de conocerte.»
«—Eres un constante cambio, un constante cúmulo de momentos, experiencias, recuerdos y sueños. Eres lo que tú quieras ser.»
El arte es muy importante en el libro y nosotras le hemos querido dar una aportación más con esta playlist.
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